lunes, 21 de octubre de 2013

Investigación sobre Sebastián Salgado y James Nachtwey



Investigación sobre Sebastián Salgado

Sebastián Salgado es un fotógrafo brasileño, nació el 8 de febrero de 1944 en Aymorés, licenciado en Ciencias Económicas, completando dos masters (en Brasil y Estados Unidos) y doctorándose en la Universidad de París. Trabajó en el Ministerio de Finanzas de Brasil y en la sede londinense de la Organización Nacional del Café, y fue en Europa donde descubrió su interés por la fotografía, abandonando sus ocupaciones anteriores convirtiéndose, en palabras de algunos "en el artista que mejor ha retratado la condición humana en este siglo". Se radicó en París.
Puede demorar años hasta ver concluido un trabajo. Viaja continuamente fotografiando los más diversos lugares del mundo. Miembro de la agencia Magnum desde 1979, desarrolló un ensayo fotográfico mostrando las condiciones de esclavitud en las que son explotados los trabajadores de las minas de oro de Sierra Pelada, Brasil. Estas imágenes recorrieron el mundo y  forman parte de la historia de la fotografía universal. En el año 1994 presentó una exposición de 250 fotografías en el museo de Arte Moderno de Río de Janeiro.
Inmortalizó tuaregs, tribus indígenas, mineros del azufre en Indonesia, obreros del sur del Kazajstán. Sus fotos más importantes se encuentran en los libros Tierra y Trabajadores: "Nómades atravesando o Lago Faguibim, resecado", Mali (1985); "Refugiados da Seca", Chad (1985); "Refugiados en marcha para o Sudão" (1985); "Mina de oro de Serra Pelada", Brasil (1986); "Franceses na Indochina", (1987); "Familia de Mineiro de Carvão", India (1989); "Guerra do Golfo", Kuwait (1991); y "Sem Terra toma pose da fazenda Giacometti", Paraná (1996).

Al final, Recibió el Premio internacional de la Fundación Hasselblad.


James Nachtwey
Nació en Nueva York, 1948, es un influyente fotógrafo de guerra estadounidense.se formó en Historia del Arte y Ciencias Políticas. Influenciado por las imágenes de la Guerra de Vietnam y del Movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos, decidió hacerse fotógrafo. Trabajó a bordo de navíos de la marina mercante y, mientras aprendía a fotografiar, trabajó como interino en la de edición de películas documentales y como camionero.
 En 1976 comenzó a trabajar como fotógrafo de periódicos en Nuevo México y, en 1980, se mudó a Nueva York para dar inicio a una carrera como fotógrafo freelance para revistas. Su primer trabajo como fotógrafo internacional fue la cobertura del movimiento civil en Irlanda del Norte en 1981 durante la huelga de hambre protagonizada por miembros del IRA y del INLA. Desde entonces, James Nachtwey se ha dedicado a documentar guerras, conflictos y situaciones sociales precarias.
Desde 1984 es fotógrafo de la revista Time. Estuvo asociado a Black Star de 1980 a 1985 y fue miembro de la agencia Magnum de 1986 a 2001. En este año participó en la fundación de la agencia de fotografía VII Photo Agency.
James Nachtwey es uno de los reporteros gráficos especializados en conflictos más famosos. Su talento y, por qué no decirlo, su valentía, le han llevado a cubrir guerras y situaciones terribles por todo el planeta desde los primeros años 80.
‘War Photographer’ es una estupenda película en la que se recoge el trabajo, la forma de trabajar y la visión de Nachtwey acerca de su profesión y de las situaciones que fotografía.

“…se mataban cara a cara. Simplemente no puedo entender cómo las personas nos podemos hacer eso los unos a los otros. Lo que puede inspirar tanto miedo y tanto odio está más allá de mi entendimiento…”

En la película se intercalan fotos comentadas por Nachtwey, testimonios de sus compañeros de profesión y, lo más interesante, opiniones personales de Nachtwey acerca de las situaciones en las que trabaja y de las personas que fotografía.
Resulta casi conmovedora la total falta de ego que se desprende de las palabras del fotógrafo norteamericano. Los planteamientos que hace acerca de las situaciones vividas son profundamente humanos y siempre parten de la más estricta humildad y el respeto.
Durante la grabación de la película, además de las convencionales, se emplearon un par de pequeñas cámaras subjetivas ancladas a la cámara de Nachtwey. Una de ellas nos muestra la visión sobre la cámara, desde cerca del visor, dejando ver los dedos de la mano derecha, por lo que podemos ver cómo dispara y los parámetros que emplea. La otra cámara está situada más baja que el objetivo y a cierta distancia de él, por lo que nos muestra un contraplano de Nachtwey tras su cámara.
Todo el metraje es un reflejo fiel de lo que aparenta ser Nachtwey: un tipo reflexivo, pausado, elegante e inteligente. Un auténtico gentleman que parece recién salido de la ducha en cualquier situación.
Una de las cosas que más llama la atención es el profundo respeto que en todo momento muestra por las personas que fotografía. Ya sean familias llorando a sus muertos, moribundos, indigentes o soldados, Nachtwey se aproxima con el máximo respeto, saluda y, simplemente, hace su trabajo pasando totalmente desapercibido.
Sería impensable en lo que llamamos ‘vida normal’ entrar en la casa de una familia que está llorando la muerte de uno de sus seres queridos y pasar un buen rato allí haciendo fotos. Simplemente nadie lo haría.
Esas fotos nunca podrían haber llegado a hacerse sin haber sido aceptado por la gente que fotografío. Es simplemente imposible hacer momentos como esos sin la complicidad de la gente que fotografías, sin el hecho de haber sido bienvenido, aceptado y de que ellos quieran que yo esté allí.”

Teoría del momento culminante. Henri Cartier





Por Creystink Guido
Henri Cartier es el impulsor de la idea de captar el instante decisivo en el ámbito de la fotografía.
Desde su infancia le atraía la pintura e imágenes de carácter deportivo publicadas por las revistas francesas y alemanas de los años 30. A la vez, poseía capacidad única para capturar el momento efímero en que la importancia del tema se da a conocer en la forma, el contenido y la expresión.  A este fenómeno lo llamó el momento decisivo.
Referente a su técnica jamás recortó los negativos, se positivaban completos, sin encuadrar ni cortar nada. Realizó fotografías en prácticamente todo el mundo y fue el primer fotógrafo en exhibir en el museo del Louvre, en París.
Su afición como fotógrafo lo llevó a trabajar en grandes periódicos internacionales y fundó con Robert Capa, David Seymour y George Rodger el grupo “Magnum photos”.
Su talento residía en que comprendía fácilmente las cosas y poseía un instinto que le llevaba a encontrarse siempre en el lugar y momento apropiado para apretar el disparador cuando la situación alcanzaba el momento culminante, lo que le llevó a captar algunas de las fotografías más impactantes de la historia. A la vez, para Henri las fotos debían transmitir la realidad en su esencia.
Cartier Bresson manifestó esta manera de entender la fotografía con su fotolibro “The Decisive Moment” en el cual inmortalizó imágenes de gran fuerza y otro de sus libros importantes fue el que publicó en los años 50: “Imágenes a la Sauvette” que es todo un legado y compendio del significado, técnica y utilidad fotográfica.
En sus últimos años de vida y con el fin de preservar el legado de su trabajo crea junto a su mujer la Fundación Henri Cartier Bresson, en un elegante taller situado en el barrio parisino Montparnasse, donde además se exhiben las colecciones de otros fotógrafos y se ha convertido en un espacio de reflexión para los artistas.
Para poner una identificación en una perspectiva más completa, se podría agregar que es probablemente el único foto-reportero que estudió pintura con André Lhote, el académico más importante del cubismo, o también que relativamente pocas de sus imágenes están relacionadas con eventos periodísticos en el sentido tradicional.
También sus mejores fotografías han sido hechas no por encargo, sino más bien por la fascinación del mundo a su alrededor.
El mejor trabajo de un fotógrafo es generalmente hecho para él mismo.
Por otra parte, sin minimizar el valor de su trabajo como reportaje, es preciso recalcar que las fotografías de Cartier-Bresson son reverenciadas por otros fotógrafos porque son esencialmente bellas. Poseen gracia, equilibrio, sorpresa, economía, tensión y un chispazo visual.
Esto no es para sugerir que las fotografías de Cartier-Bresson sean abstracciones. Surgen de una respuesta a una vida específica; su elocuencia formal es un tributo a su sentido humano. Si fueran menos que eso, para Cartier-Bresson, serían soluciones sin problemas.
Bresson insistió constantemente sobre el hecho de que es imposible aprender el arte de la fotografía. El tenía talento de comprender rápidamente las cosas y fue así como consiguió arrancar la realidad al pasado, de reproducir una imagen fiel de la realidad.
Su forma de fotografiar sólo se concibe a partir de este postulado. Porque el instante del que se habla, considerado “decisivo”, lo es únicamente en el contexto de una situación vivida: para ser comprendido, debe tener una relación directa con la realidad.

De todas las fotografías y aquellas obras que abundan por el universo Bresson, son muchas las que merecen citarse; toda su obra es un conjunto de acertados disparos, precisas miradas en un momento concreto que hace de su trabajo, un ejemplo de talento y tesón. Siempre al servicio de la fotografía; del arte de fotografiar.
Este fotógrafo fallece en Agosto del 2004, a sus 95 años de edad.

Imitacion de foto de Henri Cartier



Fotos de Retrato Ambiental





Fotos de Congelamiento